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La amenaza de degradación marina aumenta mediante la liberación de sistemas de efluentes industriales, tales como residuos nucleares y residuos químicos. Los sensores selectivos de iones desempeñan un papel significativo en la detección, así como en el monitoreo, de iones peligrosos con el fin de mantener la seguridad ambiental y el cumplimiento de las regulaciones.
1. Monitoreo de descarga nuclear en entornos marinos
Las aguas residuales tratadas con trazas de elementos radiactivos son descargadas en cuerpos receptores por parte de las centrales nucleares y los centros de investigación. Los sensores selectivos de iones incluyen sensores de cesio (Cs +), estroncio (Sr 2+) y otros radionúclidos que permiten la detección en tiempo real de los contaminantes. Estos sensores se utilizan para mantener bajo vigilancia constante las concentraciones iónicas, limitando así la destrucción causada al ecosistema y garantizando que las descargas cumplan con los niveles seguros.
2. Detección de metales pesados y contaminantes químicos
Normalmente, los residuos industriales contienen metales pesados tóxicos como el plomo (Pb 2), el mercurio (Hg 2) y el cadmio (Cd 2), que terminan en los ecosistemas marinos. Es mediante sensores selectivos de iones como estos que se pueden medir fácilmente dichos iones, detectando así la contaminación y permitiendo su pronta remediación. Esto será importante para proteger la vida marina y la calidad del agua.
3. Apoyo a la conformidad ambiental e investigación
La contaminación marina necesita ser monitoreada estrictamente por los reguladores. Los sensores selectivos de iones proporcionan información confiable al reportar el cumplimiento y la investigación científica. El hecho de que sean tan sensibles y selectivos les permite ser utilizados en análisis a largo plazo del medio ambiente, lo que significa que los investigadores pueden establecer la tendencia de la contaminación y los efectos que esta tiene sobre la vida marina.
4. Soluciones de monitoreo robustas y precisas
Los sensores selectivos de iones altamente desarrollados están diseñados para sobrevivir en entornos marinos extremos, y suelen ser estables, libres de mantenimiento y resistentes a la bioincrustación. Se caracterizan por tener calibración automatizada y transmisión remota de datos, lo que les permite controlar el reactor nuclear en condiciones peligrosas sin perder ninguna de sus características de robustez.
La implantación de los sensores selectivos de iones en los esquemas de monitoreo marino permitiría a las industrias y a los investigadores seguir los vertidos peligrosos y evitar prácticas que impliquen riesgos ambientales y promover alternativas sostenibles.